Una sencilla forma, y muy efectiva,
de preparar la
tintura de árnica homeopáticamente:
©Giuseppe Isgró C.
Se utilizan cinco (5) vasos plásticos, o de vidrio:
LA TINTURA DE ÁRNICA SE VA A UTILIZAR SOLAMENTE UNA
VEZ, PARA CUBRIR EL FONDO DEL PRIMER VASO.
1) PRIMER
VASO: En el primer vaso, se introduce el equivalente a la misma tapa del
frasco de árnica para cubrir el fondo del vaso. Luego, se llena de agua hasta
las tres cuartas partes del vaso. Esa primera solución se mezcla bien,
pasándola de un vaso a otro, siete u ocho veces, elevando el vaso que contiene
la solución para que se precipite con cierta fuerza. El objeto es dinamizar la
solución.
2) SEGUNDO
VASO: Con la solución del primer vaso se cubre el
fondo del segundo vaso, y se bota el resto. Entonces, se vuelve a llenar
hasta las tres cuartas partes, el vaso, con agua, y se repite la dinamización
de la solución de igual forma que en el primer vaso, siete u ocho veces. Con
esta solución se cubre el fondo del tercer vaso y se bota el resto.
3) TERCER
VASO: Cubierto el fondo del tercer vaso con la solución
del segundo, y botando el resto, se vuelve a llenar hasta las tres cuartas partes, el vaso, con agua, se vuelve a dinamizar la solución siete u ocho
veces, en las mismas formas anteriores. Con esta solución se cubre el fondo
el cuarto vaso, y se bota el resto.
4) CUARTO
VASO: Cubierto el fondo del CUARTO vaso con la solución
del tercero, y botando el resto, se vuelve a llenar hasta las tres cuartas partes, el vaso, con agua, se vuelve a dinamizar la solución siete u ocho
veces, en las mismas formas anteriores. Con esta solución se cubre el fondo
el QUINTO vaso, y se bota el resto.
5) QUINTO
VASO: Cubierto el fondo del QUINTO vaso con la solución
del CUARTO, y botando el resto, se vuelve a llenar hasta las tres cuartas partes, el vaso, con agua, se vuelve a dinamizar la solución siete u ocho
veces, en las mismas formas anteriores.
Esta quinta dilución es la que se va a utilizar de
la manera descrita a continuación:
PRIMER DÍA: Según la magnitud del caso:
1. Para casos
recientes: Se ingiere la dilución preparada (o los glóbulos, si la preparación
es hecha por un laboratorio) por sorbos, conservándolo debajo de la lengua, un
minuto, y luego se ingiere. Esperar unos cinco minutos entre un sorbo y el
siguiente, hasta agotar el contenido del vaso.
Se repite tres (3)
veces, la preparación de la dilución y se toma una cada hora, tres (3) veces,
únicamente, ese día.
Para casos menos
acentuados, las tres (3) diluciones se toman en la forma indicada, una cada
seis (6) horas: Mañana, mediodía y noche.
2. SEGUNDO DÍA: El
proceso se repite por dos (2) veces: mañana y noche.
3. Tercer día: Una
sola vez, bien sea en la mañana, a mediodía o en la noche.
4. Luego: por tres
días más: una sola vez al día.
Esto debe resolver
cualquier caso satisfactoriamente.
Si hubiera que
reforzar, se descansa una semana y se repite el proceso, bajo la SUPERVISIÓN DE
UN MÉDICO HOMEÓPATA.
Mi experiencia con
esta forma de prepararla data de más de cuarenta años, satisfactoriamente;
pero, cada quien debe consultar con su médico de cabecera o con un homeópata
antes de usarla. En Odontología tiene excelentes aplicaciones, también.
UNA ACOTACIÓN NECESARIA:
Es preciso acotar: Esta quinta dilución contiene
menos sustancia del árnica que en su estado de tintura, por cuanto con cada
dilución va quedando menos árnica en la solución. Pero, el efecto de esta
quinta dilución es más poderoso que en el estado de tintura, por cuanto,
mientras aumentan las diluciones se libera, en mayor grado, la energía del
árnica ( y si fuera otra sustancia, -de cualquier substancia-, a mayores
diluciones en mayor grado ocurre la liberación de la energía de la misma, aun
habiendo, físicamente, menor cantidad de sustancia).
La que realmente
restablece el equilibrio de la salud es la energía liberada. Cada sustancia de
los medicamentos homeopáticos experimentada en el hombre sano, genera una serie
de síntomas siguiendo un exacto orden de aparición de arriba abajo, de adentro afuera,
que se denomina patogenesia del medicamento.
El médico homeópata, al efectuar
el diagnóstico compara los síntomas del paciente con los de la patogenesia del
medicamento, y aquellos que coinciden en forma exacta indican el medicamento
–único- que restablecerá el equilibrio de la salud. Precisa un profundo
conocimiento de la materia médica.
El medicamento homeopático al ser ingerido,
crea en el paciente un cuadro artificial que suplanta al natural patológico,
restableciendo la salud. Esa es la razón por la cual al normalizarse el
equilibrio de la salud hay que disminuir hasta suspender totalmente la
administración del medicamento, ya que, de seguir ingiriéndolo volvería a crear
los síntomas anteriores.
Por eso la homeopatía lo que cura, que es
virtualmente, todo, o casi todo, lo cura de verdad.